lunes, 23 de noviembre de 2009

Tengo la fortuna de saber leer




Por:
Matías Polar

Soy una persona afortunada. Aprendí a leer antes que cualquier niño, gracias a mi hermana mayor que ya leía y que con su espíritu de maestra me enseñó. Soy afortunado porque mi madre siempre tiene un libro al lado de su cama y fue ella quien nos motivó y leyó todas las noches. Recuerdo que nos hacía cambiar las historias, los personajes y creaba también sus propios cuentos basados en algo que nosotros hacíamos. Le encantaban las historias de miedo. Inventar personajes exóticos. Pasábamos horas en las librerías y siempre salíamos con algún cuento.


Soy afortunado porque, aunque no he vivido con mi padre él siempre me regaló libros, es un gran lector, tiene cientos de ellos y cada vez que lo veo tiene uno en la mano. Cuando viajé a Nueva York con él, se leyó cuatro libros y me llevó a conocer la librería más grande de América, por supuesto que compré libros. Hablar con mi padre es muy especial, conoce y sabe de muchas cosas y estoy seguro que es porque lee mucho.

Soy afortunado porque leo en mis tiempos libres y disfruto de un buen libro, no hay nada más emocionante que estar en las últimas páginas y llegar al final, luego viene ese saborcito a pena que da que se termine el libro. Pero después viene otro y otro.

Si todos leyéramos más tendríamos mejores temas para hablar. Escribiríamos mejor. Ocuparíamos el tiempo en conocer y fantasear con lugares e historias. Leer Don Quijote me hizo feliz. Una novela que no tiene tiempo y describe una historia que se puede aplicar a cualquiera de nosotros.

Ahora leo El Perfume, mágico, lleno de sensaciones, olores y vivencias. Una novela que envuelve, que transporta a una época que nunca conoceremos y que nos permite vivirla y formar parte de ella. Es una lectura que todos podemos disfrutar.

Soy afortunado, me doy tiempo para leer y si todos leyéramos más tendríamos tiempo para compartir y conocer.

1 comentario: