La comunicación es fundamental entre los seres humanos. La interacción nos permite tener un flujo de ideas en doble vía, para llegar a un determinado objetivo. Todo este proceso de creación existirá mientras las mentes sean libres.
¿Por qué esta libertad deja de ser libre? Porque algunas veces se desequilibra y es confundida con la difamación, afectando temas relacionados con política, moral y hasta seguridad nacional. Todos estos problemas llevan a la censura de medios de comunicación que se da por buscar mayor seguridad.
La libertad de expresión se originó después de varias luchas, protestas y desarrollos muy lentos. Muchas veces fue excluida, por la mala fama que llevaba; que era el abuso de la gente que estaba llena de palabras que callaron por años. Y en otras ocasiones fue adoptada debido a que acoge temas políticos, filosóficos, económicos y éticos, y mediante ella se dan nuevos ideales, desarrollos o retrocesos, dependiendo del comentario expuesto.
La prensa escrita, radio, cine, televisión e Internet, medios de comunicación, tienen como función, describir la realidad social, pero en ocasiones esta función se transforma en un chismógrafo; noticias absurdas que alimentan el morbo y el vacío mental. Estas manchas traen la censura, que afecta a periodistas y artistas tales como músicos y escritores que son limitados a exponer sus maravillosos ideales.
La libertad expresión se mantendrá siempre variable, inestable. Siempre será defendida por quienes tengan algo que decir y abusada por quienes carecen de inteligencia desarrollada, por aquellos que no deberían hablar.
Los gobiernos prometerán luchar por ella, pero serán ellos mismos quienes la prohibirán al ver como se trasforma en un arma de doble filo.
El futuro y presente de la expresión con libertad está en la ética que conserve cada profesional. Mientras tanto la libertad de expresión solo será hasta donde la ley nos permita decir, un poco desviado y sería libertinaje.
Por
María José Gómez
No hay comentarios:
Publicar un comentario